Claro que con esto del Ébola ahora se
monta el escándalo y todo porque estaba perfectamente controlado y
se seguía un protocolo. Y bueno es hora de empezar a preguntarse
¿todo está controlado?, pues como es posible ese contagio en el
personal sanitario. Algo falla y puede ser por las vías de contagio,
como puede ser que el protocolo no se cumpla o que no sirva de mucho.
Porque de que forma nos comemos esto, con patatas fritas y zanahorias
y dada la poca flexibilidad de los órganos políticos que están al
mando de lo del Ébola y que demuestran una vez más que no son
porosos a lo que los profesionales demandan, no queda otra que
desconfiar de lo que hacen.
Yo como sanitario no me fio un pelo de
lo que proponen y hacen y mientras todo siga sumido en el
oscurantismo, menos me voy a fiar. Ya salió el capitoste de Baleares
dando el cante y dice que aquí está todo controlado. Siempre dicen
lo mismo, está todo controlado mientras no pase nada y cuando pasa
algo, todo se hace a salto de mata y parche por aquí y parche por
allá. Y con esa política de parcheo ponen en peligro al personal
sanitario y para cumplir esa misión escogen al más tonto de cada
ramo.
Porque hay que ser tonto y atontado
para seguirles el juego y poner tu vida en peligro mientras ellos
hacen declaraciones grandilocuentes sobre lo eficaz que es el sistema
sanitario. Y no reparan en chapuzas y aquí para hacer los traslados
de los sospechosos de padecer el Ébola, plastifican los aviones y
helicópteros y cuando está prohibido hacerlo, pues el plástico
arde y arde como una mecha y por eso está prohibido por las
autoridades aereoportuarias. Aparte que ese plastificado lo hace un
tío cualquiera y no es tan siquiera supervisado por ningún
especialista del tema.
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