OTRA DE MOSCAS

Siguen las moscas tocándome los cojones y pican y atacan y atacan y molestan y yo doy cada hostia al aire que si pillo una la espachurro y la dejo seca y dispuesta para ser disecada. Después la paso a mi sala de exposición y le pongo un cartelito que explique su procedencia y lo que le caracteriza como especie diferente dentro de la familia de las moscas. Hay la mosca cojonera, que es la que te pica y molesta continuamente y que nunca o casi nunca alcanzas al vuelo.

Hay la mosca que sólo suena su puto zumbido cuando apagas la luz de tu mesilla y cuando la enciendes todo cabreado, la tía para y espera a que la luz se apague. Hay la mosca de la mierda y de la carne putrefacta y ésta es verde tirando a negro y es más grande que su congéneres y a mi personalmente me da un asco que te cagas, además en cuanto ven un filete, se apresuran a poner sus huevos amarillos y te entran ya no ganas de vomitar, ganas de no comer el filete.


Después hay una subespecie que hace los dos cosas a la vez, o sea te pica y te altera y al mismo tiempo caga por donde vaya. Tiene tamaño intermedio y su color es tirando al marrón verdoso y es la que deja esos pequeños puntos negros como señal de que ahí ha estado o sea que deja su huella mosquil. La verdad es que no hay una mosca buena, todas son malas y están sólo creadas para joder tu existencia y para alterar tu paciencia. Bueno la única solución posible está en el exterminio y una buena fumigación es la solución que tiene más puntos. Y yo en éste momento, ya estoy en ello.

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JULIO CORTÁZAR