Hay cosas que se escapan al control
mental. Hay cosas que salen del surrealismo más oscuro, hay cosas
que salen de las entrañas o mismo de la Bilis y tiene el poder de
erizarte los pelos o de producirte un sudor frío y abundante o una
náusea continua que no es producto de un proceso digestivo. Y son
cosas que brotan todos o casi todos los días y que se cuelan por los
resquicios que dejan los razonamientos.
Es verdad que la mayoría de la veces
se cuelan por los sueños, pero hay algunas otras, que se cuelan por
el día y lo hacen en forma de pensamientos fugaces y que de
inmediato son reprimidos por nuestra sesera. Pero quién no pensó
alguna vez, que es mejor que es tío se caiga desde esa escalera y
porque te cae mal o ojalá lo atropellen y se quede paralítico y así
aprenda lo que es andar en una silla de ruedas. Son pensamientos
fugaces, pero con una gran instinto asesino.
Después los matizas y conviertes a tu
pensamiento primitivo en algo más razonable y asequible y ya no
quieres verle en silla de ruedas o sólo durante un tiempo o que sólo
se rompa una pierna, etc...Si, todos tenemos pensamientos
ingobernables y que suelen ser crueles y vengativos y sino fuera por
el razonamiento humano desearíamos llevarlos a cabo. Yo padezco
mucho de estos síntomas y a veces tengo pensamientos que son más
negros que el azabache y tengo que darme una buena dosis de terapia
conductista, y ante un pensamiento como estos, me tengo que poner la
camisa de fuerza.

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