Creo que ahora empiezo a entender que
debo cerrar una etapa, una etapa más de la vida y no sé muy bien lo
que significa, pero significa eso, el final de una etapa y punto. Me
doy cuenta que ya no estoy como antes, que si tenía mil cosas que
hacer con todas podía, con algún fallo por el medio, pero más o
menos podía. Ahora, lo primero que pasa es que aumentó el número
de tareas, trabajos, escritos, pensamientos, meteduras de pata,
comeduras de tarro, actividades, etc... y eso se nota y al final se
paga.
Y no me estoy rindiendo, estoy tratando
de resituarme. Ahora reclamo algo más, que las cosas que haga las
haga bien y si para ello tengo que limitar su número, lo haré sin
miedo. Ahora reclamo disciplina y porque ya es demasiado tiempo
sumido en cierto desorden y caos. Tengo que limpiar mi expediente de
asuntos sobrantes y delimitar claramente lo que más me interesa y
eso cumplirlo con absoluta certeza.
En fin, que tengo que volver a coger
confianza en mi mismo y para llegar a ello, tengo que sentir que
cumplo. Aprovecho que acabo de salir de guardia y estoy un poco
confuso y cansado, para hacer éste tipo de reflexión mañanera y
creo que es el momento idóneo, pues es cuando puedo estar más
sensible para reconocer las cosas. Y éste pensamiento no es de hoy,
ya llevo bastantes días rumiándolo, sólo que hoy me siento con
fuerzas para expresarlo. Ley y orden, como diría el otro y yo digo
orden sí, mi orden, y que a la Ley que le vayan dando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario