Ya no me acuerdo de aquello y de lo
otro tampoco y eso me pasaba antes, antes de ser como soy ahora. Hace
dos años y medio no me acordaba de nada, bueno sí de algo, pero la
mayoría de las cosas se habían borrado de mi disco duro y vivía en
el país de yupi y como un puto desmemoriado. ¿Y qué pasó?, pues
pasó que me sometí a una fuerte terapia de locos y me deshice de
las drogas que me producían tanto daño, de las pastillas dormideras
y del alcohol.
Eso, más trabajarme por dentro y
buscar en mi pasado y buscar la realidad de lo que había pasado. O
sea enfrentarme duramente a lo que había vivido y viendo sus
contradicciones, fallos y aciertos y meterme en ellos y volver a
revivirlos. No es fácil volver a tú pasado y no lo es por lo duro
que son algunos momentos y que precisamente por eso, por pasarlo mal
de nuevo, es cuando te preguntas que necesidad tienes de pasar de
nuevo por ese proceso tan doloroso.
Pero sí tienes que volver a lo que no
dejaste resuelto de aquellas e intentar resolverlo y para admitirte
el como eres y el como quieres ser. No hay futuro sino profundizas en
tu pasado y porque sino ¿como vas a apostar por ti de cara al
futuro?. Es decir si no fuiste capaz de resolver tus antiguos
problemas, quién te dice a tí que ahora sí los vas a resolver. Ni
tan siquiera tú mismo te lo crees y sino no te lo crees tú, ¿quién
se lo va a creer?, como se decía en mi pueblo, el cura de la
parroquia, quizás.
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