Ser o no ser, estar o no estar, irte y
no volver o irte para siempre. Yo lo de irme lo voto y a mano
alzada, pero para siempre ya no, siempre me gusta volver a ver el
redil, ver el como va y el como todo ha cambiado. Claro que hay
sitios en los que has estado, que por el acumulo de malos rollos que
tuviste en otra época o en otro siglo, aplazas el volver para otra
reencarnación, ya en ésta vida sabes que no vas a volver. Y si
vuelves es de refilón o sea sin adentrarte en el sitio y no quieres
ver gente que te recuerde de alguna manera aquellos momentos malos.
A mi me pasa con mi ciudad, con Vigo.
Yo a Vigo volví varias veces, pero siempre hiendo de escapado o sea
con el ojo avizor y atento para huir al menor contratiempo. Vamos no
es que tampoco en mis tiempos atracara bancos, ni matara a nadie, ni
me peleara con nadie, pero tengo acumuladas un montón de sensaciones
malas. Los últimos años que estuve en Vigo, fueron de mi época más
decadente y pasada y eso ya no hay quien lo borre. Y claro, es fácil
decir, borrón y cuenta nueva y además ¿qué tengo yo que ver con
aquél Bruno?.
Pues por suerte, no mucho. Pero tío,
yo sigo siendo el mismo y es verdad, que aquella época tan amarga me
sirvió para un montón de cosas, pero volver a aquellas sensaciones
no es un plato de buen gusto. Y por eso huyo y a éstas alturas, ya
no hay quién me cambie esas sensaciones. Hombre si por cojones
tuviera que volver a Vigo, pues ya sería otra cosa y me enfrentaría
a lo que hiciera falta y entre ellas a mis propios fantasmas. Pero
para ir de relax, la verdad es que no es mi sitio preferido. Yo ahora
quiero a Vigo desde la distancia y además lo querré siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario