Son las 10 de la mañana y hace dos
horas que salí de la cárcel, digo de la Clínica Privada y bueno no
fue una noche toledana, fue bastante tranquila. Tuve dos pacientes y
al principio y final de la guardia, por tanto han respetado mi
descanso. Otra cosa es el como yo descanse en un sitio como éste,
pero eso no es culpa de la empresa que me paga, sino y más bien, es
responsabilidad mía. Joder que ya está bien de siempre barrer hacia
afuera y si yo soy un mangui durmiendo, pues que simplemente asuma mi
problema.
Asumir, es una palabra que se usa mucho
y se aplica muy poco, por lo menos en éste país donde nos tocó
crecer y vivir. Porque asumir es mucho más que reconocer, es
reconocer pero además actuar en consecuencia y por tanto y muchas
veces, tiene como consecuencia inmediata el dimitir de tu cargo o de
la responsabilidad que te han dado. Pero ya digo, que aquí eso no es
aplicable y en tal caso dimiten los que tienen a su cargo menos
responsabilidad política y supongo que de alguna forma serán
compensados, pues su jefe ya se encarga de buscarle otro chollito
administrativo.
Aquí el tonto de la película es el
que no roba pasta pública o el que no usa sus influencias o el que
no se reserva un puesto en las altas esferas empresariales cuando se
le acaba el chollo político. El bueno, es el ladrón, es el
mentiroso, el tramposo, el estafador y el que tiene más cara que
espalda y claro y el que tiene una buena Visa gratis y a cargo del
heraldo público, para ir a comprar unos cuantos gramos de farlopa y
a continuación irse de puterío a todo lujo.
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