ESPERPENTO

Acabo de llamar a mi hermana y porque tengo pendiente nuestra última gestión en común. Después de esto, la relación entre los dos va a equivaler a tierra arrasada, no va a quedar nada de nada. Así de dura es la vida, pero también es verdad que nosotros la complicamos y que la hacemos mucho más difícil de lo que realmente es. Pero bueno, de lo que no hubo no sé puede sacar flores de sentimientos, en tal caso, saldrán flores secas.

Nada que sea sorpresa, siempre fue así y seguirá siéndolo y el que tuvo retuvo y el que no tuvo, se queda sin nada. Y yo me lo he ganado a pulso y mis hermanos también y ahora se trata de dilucidar quién puso más carne en el asador y yo de eso paso, pues me da igual lo que puso cada uno y ayer fue mi hermano y hoy soy yo y el otro día fue mi hermana, ¿qué más da?. El caso es que ahora tengo por delante la triste realidad de mi familia, que es un esperpento de familia.


Nunca lo fue y claro, con los embates que da la vida si no hay un punto de unión todo se deshace. Y es una pena, pero es una pena más bien metafórica y por eso de los enlaces de sangre y demás historias que dicen que nacimos de los mismos padres, pero hasta ahí llegó la película y si ésta empezó mal, su final es una muerte anunciada y sólo queda velar el cadáver y el poner una vela encendida a la memoria de mis padres y que en paz descansen.

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JULIO CORTÁZAR