LA PUTA RESACA

Pues si hoy es Sábado y estoy apencando de Guardia, es casi la 1 de la tarde y tengo 19 horas por delante. Eso no es ná, eso es un mundo entero, 19 horas del ala. Día 4 de Octubre y como mes me gusta, me gusta sus temperaturas y sus días más cortos, pero pienso que el corte se debía quedarse aquí y que no disminuyeran más los días. Bueno, pues ya tuve dos servicios, fáciles de resolver, pero complicados de hacer, con vómitos, descontrol de esfinter anal o sea que se cagaron encima y mucho mareo y demás historias acompañantes.

Día bueno, de sol espléndido y brillante y con una ligera bajada de temperaturas pero aún no las propias del Otoño. Tiene que hacer más frío, tiene que llover mucho más, tienen que caer más hojas de los árboles y tienen que aparecer las setas. Esclata sang como llaman aquí a los Rovellones o Níscalos, Lepiotas, Girgolas, Camasecas y éstas son las cuatro variedades más frecuentes y también las más ricas, pero la seta reina, es el esclata sang (o seta que sangra).

Ahora como en mis viejos tiempos en Galicia no hay comparación. Primero que en Galicia no había mucha tradición de ir a buscar setas y dada la riqueza con que se daban, era fácil encontrarlas y después lo cazado iba a la olla conjunta que entre todos los amigos nos hacíamos. Y cenorrios y cenorrios y corría el vino tinto y después de copas por los arrabales de las ciudades. Nos cogíamos las tajadas de diferente forma, el estómago iba bien lleno y eso se notaba en la forma de tajarse, de todas formas y como mínimo, hasta las 6 de la mañana seguíamos de marcha. Y al día siguiente, ya sé sabe, la puta resaca.





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JULIO CORTÁZAR