Ya son las 7 de la tarde y todo son
escollos para seguir escribiendo, pequeños detalles del día a día
que a veces se engrandecen y ya sabéis lo que pasa, que no te dejan
ver el bosque. Como me pasa a mi con los sentimientos, que los tengo
claros, pero que me resulta difícil el como concretarlos. Porque yo
puedo amar y amar en general, pero lo más difícil para mí, es
decir que yo amo a alguien en concreto. Ahí es donde yo patino y me
resbalo y me doy unas hostias que no veas.
Querer ya es más fácil, querer se
puede querer a muchas personas y si nos ponemos en plan sibarita, a
sólo algunas. Aunque no tengo tan clara la diferencia entre querer y
amar, puede que sea una diferencia sólo cuantitativa y no
cualitativa, es decir amar es más que querer o es la forma suprema
del querer. Claro que a éstas alturas de la película, que voy a
pedir yo, que me amen y que me aguanten el como soy, pues sé que yo
ya no renuncio a mi forma de ser y de estar en el mundo. Si soy un
gilipollas es demasiado tarde para dejar de serlo.
Ya soy un tío hecho y puede que en
parte mal hecho y eso no lo niego, lo que no puede ser es que yo
tenga que renunciar al como soy y para adaptarme a no sé quién y
bajo el mandato de sus ovarios. Lo siento mucho, pero no, por lo
menos diré que no, mientras no esté demente o mientras esté en mi
sano juicio. Si me entra un Yuyu o un Siroco y porque el riego no
llega a mi cerebro, entonces puede que cambie de parecer y por lo
tanto, puede que necesite a una Titi que me cambié los pañales de
incontinencia, y digo yo que para eso no necesito decir que amo a
alguien, para eso tendré que pagar un sueldo y no confundamos el
amor con las necesidades más vitales.
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