Quiero decirte...que para poder escribir hay que leer hasta por debajo o hasta por el mismo forro de las letras y palabras y leer mucha mierda y leer alguna pasada escrita por alguien al cual no conoces, pero que te lo supones. Porque todos nos suponemos algo y opinamos sobre ello y es mentira que esperemos a tener más datos entre las manos y porque nos come la curiosidad del misterio y nos corroe por dentro y todo eso nos lleva a decir un buen montón de imbecilidades....que alguno y porque siempre hay alguno, se lo tomará a pies juntillas y te contestará a la imbecilidad que tú has dicho o escrito, con otra imbecilidad aún mayor. En mundo hecho de imbéciles el capitán general tendrá más condecoraciones que nadie (se supone). Me decía mi santa madre: "hijo, en ésta vida hay que tener ambición ciega para ser alguien".
Pues yo le diría a mi madre: Madre, mi ambición no ha sido ciega y ha sido a veces contenida y otras veces desbordada por mis propios actos y pensamientos. Quiero decirte madre, que tus cálculos vitales quizá a ti te valieron para andar por la vida, pero a mi no me valieron los tuyos y eso que a veces piqué de pardillo confiado. Sí, porque lo que sobre todo a mi me mueve, es la confianza en lo humano. Quiero decirte madre que yo no he sido un tipo heroico, ni he sido de grandes actos...como decirlo... he sido mediano, pero eso sí nunca he sido aburrido. Tampoco he sido un cabrón redomado y a veces es verdad que lo he sido... pero creo que me he equilibrado con lo contrario. Compensación, se llama.Ahora podía confesarme de rodillas ante un cura todo cuervo negro...pero siguiendo con mi confesión de mea culpa... madre, tengo que decirte que yo no me arrodillo ante nadie y a eso se le llama tener principios. Que siempre los he tenido, sólo que a veces se perdieron entre la niebla que a veces hubo en mi vida. He tenido principios, he tenido finales y no siempre bestiales, he tenido ideas por doquier y algunas muy inteligentes y brillantes y en cambio otras, fueron mezquinas y ruines. Pero en general, he movido mi tarro y podía definirme como un ser creativo y rebelde. ¿Qué pude triunfar?...madre, no sé que contestarte...y porque de alguna forma y manera sé que algo he triunfado y claro está que esto que escribo lo hago bajo mi punto de vista.
No, no me considero una larva que se arrastra, ni una babosa perdida, ni un buitre carroñero, ni una hiena rabiosa...y me considero más un ser humano que siempre pudo ser mejor, pero que a lo largo de su vida ha mantenido como mejor pudo sus principios en pie y casi sin tener que sacar nunca o casi nunca la bandera blanca. Madre...yo sigo tirando y opinando y diciendo y exponiendo y no sé si me dará tiempo antes de irme al otro barrio, a hacer un balance de mi vida en condiciones óptimas y ponderadas, pero de momento te voy adelantando que he sido más valiente que cobarde, más justo que injusto, más sincero y claro que de fondo oscuro y camuflado de tío cojonudo...en fin, que ésta pequeña reflexión va dedicada a ti, madre y espero que una vez por todas te sientas orgullosa de mi existencia, pero para ello, desde donde estés tienes que dar un paso previo y eso significa respetarme tal cual soy y he sido. Yo, a pesar de todo nuestra distancia sideral y de nuestra antagónica forma de pensar y de ser y de existir, al final de todo (o sea, ahora) he conseguido respetar lo que los dos hemos sido y espero seguir viviendo lleno de esa paz interior...
No hay comentarios:
Publicar un comentario