Me asombro como ha pasado el tiempo
He pasado de aquellas tardes otoñales
a éstas lánguidas tardes de eterna espera
he pasado de aquellos vientos desatados a éste mar calmado,
y de aquellos días inciertos
a estas noches de tedio y aburrimiento.
En fin,
me asombro de asombrarme,
yo que me consideraba asombrado
y hecho y fuerte y entero y maduro y firme,
pues pasa que no salgo de mi asombro
y duermo bajo la oscuridad de las sombras
y me deslizo entre ellas como una serpiente viscosa
y abro y cierro puertas en un mundo tenebroso
y lo que más me asombra de todo,
es que no encuentro ni mi propia sombra.

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