Al principio del todo

 

Al principio de todo

éramos un páramo en tierra de nadie.

Más tarde creceríamos como seres vivos,

siempre latiendo

siempre queriendo

siempre abriéndonos paso como mejor pudimos.

Y así hasta que de repente

se nos arruga el cuerpo

y se nos expande el alma

y entonces es cuando podemos decir

que nos estamos haciendo viejos.





















No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR