Yo cogiendo las vacaciones y para ir a no se sabe donde y eso que indagué y rebusqué y me pasó lo peor, que me quede con las ganas de viajar. La pasta, la asquerosa pasta me marca y me impide realizar un viaje astral. A no ser que obre un milagro y que la puñetera Hacienda se comporte y me devuelva parte del dinero ya ingresado previamente en sus arcas. Eso o que la clínica privada, me pague de una vez por todas. Como suele pasar me pagarán después de acabar las vacaciones. Es ley de vida que sea así.
No es posible que todo te cuadre, no es posible que la suerte se alíe contigo, no es posible que pueda darse tanta dicha. No señor, a joderse y a poner en funcionamiento un plan B, un plan B sin necesidad de pasta, un plan B de asfixiado y un plan B de arrastrado. El plan B es fácil, te quedas en casa, enciendes el aire acondicionado y te dedicas a seguir escribiendo. Pero bueno, no puedo quejarme, tengo por lo menos un plan B y eso es mejor, que no tener nada.
Año 2.022: Uno, por supuesto no hubo viaje a ningún sitio. Dos, la clínica privada tardó en pagarme un huevo de tiempo y además, me pagó una mierda y esa misma mierda, se la llevó Hacienda (y por trabajar en dos sitios a la vez). Éstas fueron mis famosas vacaciones del año 2.014.
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