He dejado mis penas aparcadas en la entrada de la casa.

 

He dejado mis penas aparcadas

en la entrada de mi casa.

Hay días en que uno entra

como si nada pasara 

o como si la vida fuera la que silbara

y tú, mientras tanto

te vas borrando del mapa

y te haces invisible e insípido

y te lo haces tanto

que te acabas desdibujando.

En fin,

que te difuminas en la nada,

que el pez grande se come al chico

que el hombre se come al pez grande

y al hombre se lo comen los gusanos

y a los gusanos se lo come la tierra

y así, volvemos al principio.


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JULIO CORTÁZAR