Dicen los psiquiatras (sabios señores)
que yo debía ser de otra forma y manera,
que debería ser más empático y menos agreste y agresivo,
más de estudio de triple ciego,
más ilusorio en un mundo que se cuelga de un pino
y que sabe a pollo de granja inhumana,
ser más disciplinado en sus normas, que no en las mías,
más diplomático con el enemigo que viene a por mí
y decir te quiero cuando me despido
y amor... buenos días...
cuando por dentro me estoy cagando en sus castas...
pero ellos dicen que a pesar de todo,
hay que seguir adelante en el día a día,
además de creer en algo que suena abstracto,
abstracto como la vida,
abstracto como el amor,
abstracto como un gato panza arriba,
en fin, abstracto como la misma psiquiatría.

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