A ver como me explico:
La derecha y la ultraderecha o la derecha fascista de éste a veces, penoso país, tiene sus propios códigos éticos, que para mi me suenan más a lo que decía mi madre o mi misma bisabuela o al siglo XIX más oscuro y más lúgubre y eso que sé, que me estoy quedando corto y porque en realidad, sus ideas me resultan de otro mundo que hace mucho tiempo creo que se extinguió con los dinosaurios. Su fuerza reside en su prepotencia hombruna de macho alfa, todo dominante y si hace falta, violento y en que ellos y como elegidos por una mano divina, se consideran la clase dirigente y que los demás estamos para obedecer. Vale, la derecha es esto y mucho más...pero siempre lo será y para peor, seguro.
Mientras que una gran parte de lo que se dice izquierda, se dedica a crear su propio código ético y por tanto, se sienten capacitados para decirnos, esto está bien y esto está mal. Nos ponen igualmente como ovejas, pero en este caso seremos ovejas obedientes de izquierdas. Y hagamos lo que hagamos, seremos juzgados por ésta panda de jueces frustrados, que cuando quieren y les apetece, se pondrán el disfraz de izquierdas y por tanto nos dicen, si nosotros (los pobres parias) lo hacemos bien o si lo hacemos mal y si debemos ser más militantes desaforados y si es el momento propicio para protestar en la calle y si debemos votar esto o lo otro o al de la moto y si debemos callar en ciertos momentos que ellos consideran como un momento de paz social. Ellos marcan los tiempos y nosotros tendríamos que decir... ¡Beeee! al mismo tiempo.
Por tanto, al sentir de esa minoría de izquierdas, no puede haber disidencia en la izquierda y si la hay y según ellos, no hemos entendido nada y pero si hay algún tipo de disidencia, tiene que ser moderada y controlada dentro de sus reglas de juego. A veces me muero de ganas por decir ¡Basta!.. pero creo que no se me oye lo suficiente. Vale... me cago en todo, pero me cago más en esos seres que parecen ser algo y que en realidad, no son nada.

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