LA DIFERENCIA


LA DIFERENCIA

Quizás se hubiera nacido de pie
ahora yacería sentado a modo buda en el fondo de un templo,
o yacería desparramado como un gato panza arriba en el tejado del vecino
porque es de suponer que estaría harto de estar erguido,
y porque diga lo que se diga,
todo dios se harta de todo,
como también se harta de no hacer nada.

Pero hablando de chepas
y porque tenía ganas de hablar de ellas,
mi madre me lo decía constantemente:
"Hijo, ponte derecho
que te va a salir chepa",
y mientras me daba un golpe seco y contundente en el hombro
que tenía más cerca,
al mismo tiempo que me decía:
¡¡es que no sabes andar derecho!.
Yo obedecía a regañadientes,
pero obedecía con holgazonería y con desgana.

Pero este tema (el ir derecho y como una vela)
me duraba medio minuto
y justo hasta que mi madre se despistaba con otra historia,
(se despistaba fácilmente),
aunque lo curioso del caso,
es que sólo le preocupaba mi andar desganado y desgarbado
cuando caminábamos juntos por la calle.

En casa le importaban un huevo mis andares estilo zombi
buscando carne y sangre
porque el meollo del tema era...
que yo tenía que andar recto y derecho para los demás,
como si el resto de la gente estuviera preocupada
por mi andar dejado y caótico.

Para reforzar su línea argumental
siempre se apoyaba en alguien que miraba a tierra de nadie
lo mismo estaba mirando al horizonte lejano
que a esa paloma que estaba a punto de cagar sobre la
cabeza de alguno,
y como en definitiva nunca se sabía hacia donde miraba
mi madre lo añadía como testigo ocular de mi asincronía.

Yo en el futuro, me veía chepudo y deforme
y en mis peores pesadillas tendía a pensar
en que me convertiría en un chepudo de la suerte
y tendría colas de gente para pasar lotería o quiniela
por mi chepa
al mismo tiempo
que pedirían un deseo
que no sería otro...
que le lloviera la pasta a millones.

El día en que me sentía un capitalista sin escrúpulos,
me veía cobrando 20 euros
por cada petición de buena suerte
y coño pensaba...
con peores cosas se gana el pan alguna gente.

Mismamente están los enanos de los circos
(que no sé a quién hacían reír)
pero para eso estaban
para lograr ese tipo de risa facilona y faltona
porque al parecer la deformidad hace reír a alguna gente.

Hay algunas obesidades mórbidas que venden su aspecto de
morsa desparramada,
hay los amputados a lo que les gusta lucir sus muñones
sudados y desencajados,
hay los que tiene un ojo de cristal
y les gusta jugar a las canicas con él,
hay aquellos siameses que antes había
(por gajes de la ciencia fue en tiempos lejanos)
que iban unidos por su cuerpo o su cabeza
y era todo un desafío médico quirúrgico tipo heroico
el como podían separarlos sin que uno de los dos muriera.

Hay que decirlo todo...
algo hemos evolucionado,
digamos que poco a poco hemos aprendido
a respetar la diferencia y la deformidad
y porque no todos tenemos que ser guapos,
ni super inteligentes,
ni tener andares perfectos,
ni está escrito en ningún lugar y sitio
que tengamos que tener 4 extremidades,
(a veces con 6 u 8 se funciona mejor).

Ni siquiera hay una ley que dictamine
que tenemos que andar hacia delante,
pues a veces vas más rápido
y llegas antes a un sitio
si vas caminando hacia atrás como los cangrejos,
y es que para llegar a un objetivo no siempre hay que ir de
frente y de cara
a veces es mejor ir por la puerta de atrás
o por la puerta que alguien dejó entreabierta.

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JULIO CORTÁZAR