HAY CONSUELO...


Estábamos muy cerca
tan solo 5 kilómetros y unos cuantos metros
nos separaban.
Había mañanas
que al abrir la ventana
me inundaba ese aroma tan tuyo.
Claro que después te llamaba
con mi voz interior
y el silencio me respondía
con su voz muda.
Hay días
que me imagino que nos encontramos
y cuando, como ahora,
ya nada tiene sentido
ni siquiera quedan cenizas de aquella hoguera.
Hay algo peligroso en ese pensamiento
porque seguro que te buscaría tus puntos más débiles
te vería como más vieja y para demostrarme
que conmigo no hubieras envejecido tanto
o por lo menos, no lo habría hecho de esa manera.
En realidad
también es verdad
y así una vez más queda demostrado
que hay consuelo
hasta dentro de tu propio desconsuelo.















Estábamos muy cerca
tan solo 5 kilómetros y unos cuantos metros
nos separaban.
Había mañanas
que al abrir la ventana
me inundaba ese aroma tan tuyo.
Claro que después te llamaba
con mi voz interior
y el silencio me respondía
con su voz muda.
Hay días
que me imagino que nos encontramos
y cuando, como ahora,
ya nada tiene sentido
ni siquiera quedan cenizas de aquella hoguera.
Hay algo peligroso en ese pensamiento
porque seguro que te buscaría tus puntos más débiles
te vería como más viejay para demostrarme
que conmigo no hubieras envejecido tanto
o por lo menos, no lo habría hecho de esa manera.
En realidad
también es verdad
y así una vez más queda demostrado
que hay consuelo
hasta dentro de tu propio desconsuelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR