Miro a mi alrededor
y no veo nada
o casi nada y por no decir, que veo demasiado poco.
No sé, por si acaso... vuelvo a mirar
y aún veo menos
quizá lo que necesite es un abrazo amigo
o un beso tierno y furtivo
o unas caricias impregnadas de deseos
o simplemente unas palabras cálidas y humanas.
Yo que sé,
pero si sé que necesito algo,
algo que rompa mi aburrida rutina,
algo entrañable y tierno,
algo eterno y divino,
algo que rezume vida por las cuatro esquinas,
y algo sincero y que sea verdadero.
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