Te informo:
mis labios están sellados a cal y canto,
mis dedos son de acero duro y frío,
mi alma está deforme por tanto pecado por hacer
y mi cuerpo te reclama desde hace mucho tiempo...
Son días otoñales,
son días de hechos inciertos,
de secretos bajo sábanas,
de sudores, de temblores,
de manos húmedas y suaves,
y de batallas a besos
hasta la madrugada.

No hay comentarios:
Publicar un comentario