¡BUENAS NOCHES!

Querido público: ya casi son las 12 de la noche y la función de hoy hay que cerrarla, puesto que mañana me toca ir al tajo y tengo que estar en forma para el tema de ir a salvar vidas. Salvar vidas, ¡como suena!, si parezco ese guaperas de salvamento de playa que salía en las películas. Y en las películas de salvavidas sale de todo un poco, sale un poco de salvador, sale un poco de tetas de la otra, sale un poco de besos en la arena y sale hasta un poco de envidia. Pero la envidia no sale, se crea y se queda contigo.

La envidia es sana mientras se queda contigo y ya sé que corroe un poco y que sube la bilis y la mala hostia, pero ya digo, que mientras no salga de tu cuerpo y sobre todo, que no te suba a la cabeza, todo va más o menos bien. Porque si sube, te fomenta ideas paranoicas o te hace ser un tío obsesivo compulsivo y entonces la envidia se convierte en algo insano e insalubre. Más o menos como soy yo, que soy insano hasta la médula y soy insalubre hasta en los intestinos.

Bueno, voy a ser un señor educado y voy a dar las buenas noches. ¡Buenas noches y hasta mañana! y no ir por el sol, pues ya sabéis y sino lo sabéis yo os lo digo, que la mierda al sol se seca.Y que cada uno interprete como quiera mis palabras. ¿No somos libres?. Pues esto es libre interpretación y al carajo.