Decía mi difunta madre,
hijo sé ambicioso...
para algunos lo he sido,
para otros,
he sido un payaso integral,
y para otros cuantos,
he sido un tío de corcho,
insípido, anodino y amorfo,
pero creo que para la mayoría,
he sido un tío integro y sincero,
demasiado espléndido,
a veces un poco casposo,
amigo de la buena comida,
entrañable en el trato diario,
buen camarada con sus flores y plantas,
amante de su casa,
poco viajero,
buen trabajador,
animoso y entusiasta,
gran observador
y a veces, un poco demoledor,
ácido y corrosivo,
otoñal y húmedo,
intimista hasta el delirio,
un poco loco,
mejor conversador y mejor soñador,
apasionado de los silencios
y de la eternidad de los momentos,
de juicio...cero,
de amor seré juzgado
como apasionado y visceral
y de vida seguiré siendo condenado
a seguir viviendo con viento en popa y a toda vela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario