Cada vez que el Viento golpea mi puerta,
pienso que eres tú,
tengo el pensamiento viciado por esa carencia,
pero no importa,
de algo siempre hay que depender
y si ese algo no tiene cuerpo ni tiene nombre
es como depender del amanecer,
¡bendita dependencia la mía!
pienso que eres tú,
tengo el pensamiento viciado por esa carencia,
pero no importa,
de algo siempre hay que depender
y si ese algo no tiene cuerpo ni tiene nombre
es como depender del amanecer,
¡bendita dependencia la mía!

No hay comentarios:
Publicar un comentario