LA IDEA

 La idea

 la idea era quererte sin antifaz

pero  eso sí, nada de bailar,

odio bailar y silbar,

las canciones con silbidos

me enervan de tal forma

que hasta a veces pienso, 

que son la causa de mi calvicie,

aunque tampoco se quedan atrás:

el hablar por hablar,

el decir por decir,

el llamar porque no tienes otra cosa que hacer,

el matar el aburrimiento a costa de aburrir al prójimo,

el sopor calorífico de una noche de verano,

los atardeceres nublados en una puesta de sol,

las mañanas de otoño que parecen veranos,

las tardes de chimenea

y que llega alguien que te importa

y te dice

¡Uyyy! que calor hace aquí...

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