A veces no soy yo
y soy el otro...
el otro que no quiero ser
pues me puede más el deseo de no ser
que mis intentos por ser,
quiero pero no puedo.
Veo perfectamente mi objetivo
pero me quedo por el camino.
Miro al futuro
y además, sé cual debe ser,
pero en cada esquina me espera la vida
y me dice al oído
¿hacia donde vas?
mira hacia atrás
y verás que tu mundo ha sido imperfecto.
Y ahí es donde entro yo,
en mis imperfecciones,
en mis mares de dudas,
en mis tormentos demenciales,
en mis patéticas quimeras,
y entro hasta el fondo
y me pierdo en mi propio desastre
y entonces deduzco
que yo amo las imperfecciones
y detesto las normas perfectas.

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