YO SOY DE LOS QUE NO LLORAN







Yo soy de los que no lloran,

pero que igualmente...

pero que igualmente... puedo estar muy triste,

yo puedo llorar en seco y en pleno desierto de Atacama,

y sin que una lágrima me caiga en esa arena desolada,

pero por dentro tengo quejidos y suspiros,

tengo largos suspiros interminables,

que son tan largos como un día sin pan

o como el tren que atraviesa Siberia

son largos, penosos y quejosos

y eso que por naturaleza no soy quejica,

ni me duele la árida y a veces dulce autoestima,

y si me duele, prefiero la quietud del silencio,

soy un asceta de la vida pero sin cueva,

no suelo hacer promesas,

ni juramentos en nombre de algo o de alguien,

yo me presento y me presento solo y sin condimentos y aspavientos,

creo no necesitar de nadie,

me siento como sobrado aunque no tanto,

en realidad me siento como nos sentimos todos,

a veces, 

me siento más solo que la una y sin tomar ninguna aceituna,

y otras veces, 

cabalgo entre las multitudes a la luz de la luna

yo prefiero la soledad del asceta

 al héroe que vuela dentro de un gallinero,

yo prefiero los héroes hechos y moldeados por el viento

a los que son de carne y hueso y les sobra todo.

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JULIO CORTÁZAR