LO ENTRAÑABLE

 


Abrid la ventana a la mirada más entrañable,

y cerrarla...

 si esos mismos ojos se han convertido en extraños

y os resultan ser ajenos

y de su dulce y adorable mirar

han pasado a ser afilados puñales,

entonces, repito,

cerradla a cal y canto

y tapar todas las rendijas por donde se filtre la luz del sol,

encended las lámparas interiores de supervivencia,

tumbaros en el sofá y a esperar a que todo se cubra de noche

y cuando la alarma te indique que ha llegado la noche más oscura,

será el momento de volver a salir a la calle

y de no buscar nada con la mirada,

pues lo entrañable puede aparecer

con el cambio de día,

en medio la profundidad de la noche

o a la hora más intempestiva,

lo entrañable va por libre

y nadie conoce sus reglas y costumbres.

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JULIO CORTÁZAR