La vida es un absurdo disparate
que a veces parece y resulta ser brillante
y que en otras, es lánguida y deprimente,
pero dicen, que hay que vivir
y que hay seguir viviendo,
porque el fin de la muerte justifica todo lo vivido,
aunque una vez muertos
se nos apaga el cerebro
y se nos enciende el silencio.
Una vez muertos
la memoria desaparece por un agujero negro,
mientras nuestro cuerpo y cerebro se convierten
en alimento para lobos hambrientos...
Somos carne con alma
y la carne se descompone
pero el alma crece en cinco dimensiones,
morimos y lo que hemos dejado,
es lo que nos identifica
.

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