Ahora...
ahora escucho un violín a lo lejos
y simplemente me derrito
y me hago burbuja dentro de mis ventrículos.
Me voy ablandando ante tanta ternura
y con la música que la reivindica y la reclama a voces.
Ahora me crecen los dedos por tanto querer tocar el cielo
y me encanta escuchar
a los temores tocando tambores
van en retirada y de cada vez los oigo más lejos.
Ahora soy más del más allá que del más aquí,
ahora traspaso las fronteras que nos han impuesto
y camino de puntillitas por los límites que nos marca a vida,
ando en silencio y apenas arrastro los pies.
Ahora acaricio las flores
y les hablo en susurros
y les canto canciones.
Ahora
todo esto me produce
un inmenso cúmulo de emociones.
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