A veces me duele el alma


 

A veces me duele el alma

por tanto decirte...¡te quiero!.

Aunque hubiera preferido

decir menos

y haberme quedado en silencio.

Pero me pueden más las ganas

y el ansia de quererte

y al final

he preferido vestirme de ansia

y demostrar que soy un caballo desbocado.

Prefiero la ansiedad de la utopía

que el conformismo

en la quietud de una noche sin luna.

Vosotros conocéis el poder que tienen la noches

y yo conozco el poder que tiene la luna.


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JULIO CORTÁZAR