Explicarte a ti, hijo mío,
explicarte el funcionamiento de la vida
además, desconozco sus mecanismos más íntimos,
y que es lo que nos impulsa a seguir viviendo,
si será el día a día
si será el sol
o si será la luna
pero hay algo de nosotros, que desconocemos,
que nos aferra a la madre tierra,
hay una especie de simbiosis catártica
entre el hombre y la tierra,
que nos hace ser únicos e impredecibles,
dicen que los rasgos de cada uno están impresos en el ADN
y deben estar grabados a cincel y a martillo,
porque cuando uno se pierde,
siempre aparece el instinto
que te hace subir peldaños,
que te levanta cuando estás más hundido,
que te saca a flote como un submarino,
en fin hijo mío,
somos gigantes con pies de barro,
somos delicadamente delicados,
sensibles y sensibleros,
nos va la lágrima fácil
y creo a muchos les gusta
el amor facilón y romántico,
yo no te pido que me comprendas,
es más...no puedo pedírtelo,
porque si me he pasado la vida
intentando descifrar mi ciclo vital,
y no lo he conseguido ni remotamente
como te voy a pedir a ti, hijo mío
que me comprendas,
lo que nos diferencia es la experiencia,
y todos mis largos años de vivencias
y eso me da poso y me sedimenta,
pero no me da la clave de mi existencia.
Todas las reaccione

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