VIENTO DEL NORTE

 

No hay nada más odiado

que un café descafeinado al despertar

me parece ñoño como un coño desvaído y deprimido.


No hay nada más mierda

que el engaño disparado a quemarropa.


No hay santos, ni bendiciones,

hay arrugas y piel reseca por el tiempo,

hay aire contaminado por falta de vicio

eran otros tiempos... los nuestros

(cuando había vicio y deseo)

tiempos donde aliento y viento procedían del mismo túnel del tiempo,

donde la brisa fresca corría por tu camisa azul celeste

y por donde mis dedos trazaban autopistas al cielo...


Estábamos condenados al fracaso,

y por eso afirmo que no hay peor fracaso

que el fracaso intuido por el olfato

y que por suerte o por desgracia,

aún conservo

y más cuando sopla viento del norte.


Y es que entonces, lo veo todo más claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR