Podía ser abuelo,
pero no lo soy.
Además aclaro,
no me gustaría ejercer de ello
y porque si yo necesito tiempo
es que lo necesito de verdad,
y aquí no hay medias palabras
ni medias tintas.
Necesito tiempo
y el tiempo se mide en minutos, horas y días
digamos,
que con los años el tiempo se encoge como una interrogación
y a veces uno,
no puede esperar a la siguiente cosecha,
no puede ni debe
y porque por el medio queda mucho por disfrutar:
quedan muchas tardes al calor de la leña,
muchos amaneceres de trigo y oro,
muchas lunas llenas y a punto de petar,
y muchas dulces madrugadas de rocío, hielo y escarcha.
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