Yo veo casi todos los días a un vecino a primera hora de la mañana hiendo a currar de cocinero, que de mañana aún tiene un pase, pero cuando lo veo a las 4 o 5 de la tarde volviendo del curre y con el calor que hace a esa hora, me entran unas ganas de llorar alucinantes. Yo le digo... ¡ánimo! (por mis adentros) y como si esa palabra de ánimo para algo sirviera. Pero se lo tengo que decir igualmente. Me parece lo más humano y porque no puedo decirle: ¡no vayas a currar!. Poder... puedo, pero creo que no es el caso, ni la frase apropiada para uno que sabe que tiene que ir a currar por cojones si quiere comer el próximo mes (como todos los que curramos). Pero no todos curramos dentro de un puto horno. Después salía un tío de Málaga que hacía Sardinas al espeto y claro, eso en Verano significa currar a más de 50 grados de temperatura. Y aclaraba que para él, el verano empezaba en Noviembre y que duraba hasta poco antes de la Semana Santa, después ya empezaba la temporada de sudar. Claro que el chiringuito para el que curraba, era de su hijo y entre ellos, supongo que se entenderían y cuando así es, el agobiante calor nunca es para tanto y porque al parecer, la pasta hace milagros.
Por último salía una catalana que vivía al lado de la Sagrada Familia en Barcelona y que en resumen decía: "Esto ya no es un barrio, es un parque temático. Si no te apartas de la acera, te arrollan los turistas", Vivir frente a la Sagrada Familia ha dejado de ser un lujo para convertirse en una amenaza. "No puedo disfrutar de mi terraza en los mejores meses del año. Los gritos de los guías me lo impiden".
Pobrecita la tiparraca...
Pero ese es el turismo de masas que convierte a una ciudad en una puta cloaca.
Los gritos de los guías me lo impiden...decía la pava...
Ella que vivía en el centro centro de la ciudad y pensando que su piso con vistas a la Sagrada Familia era una gran inversión...pues pasa que ella puso su granito de arena para que acudieran en masa los guiris (seguro que sí) y no se estaba dando cuenta que los guiris masificados son una lacra social que acabará destruyéndolo todo. Se comerá ciudades enteras, los más hermosos paisajes, las más bonitas y exquisitas Islas (como la mía) y los casi únicos beneficiados serán los que dan de comer (y beber) a la marabunta de guiris todo carne con ojos, los mismos propietarios que tienen aparte de sus trabajadores a más de 50 grados a la sombra y explotados a conciencia de 12 a 14 horas al día.
Esto es el puto turismo y sus consecuencias...
Y el resto, son coñas marineras.

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