RADICAL

            Y hoy me desperté radical y con ganas de romperlo todo y por mi saldría a la calle y montaría barricadas en cada esquina. Me siento asqueado y hastiado de tanta hipocresía y de tanto político que no sabe lo que dice. Debía hacerse un examen de honestidad a quién quisiera ser político de profesión y también exigirle un nivel técnico con unos mínimos. No se puede ser hoy ministro de Sanidad  y mañana de Agricultura, pero ellos se defienden con que  todo es gestión y ya está y se quedan tan contentos.

                    Lo de la Gestión tiene su coña, pues la Gestión la usan como comodín para todo. A la Gestión antes se le llamaba "papeleo" y sabiendo como se tenía que rellenar los papeles y también saber donde los tenías que entregar, con eso llegaba. Y ahora le llaman Gestión, gestión del dinero, gestión de recursos, gestión de materiales, hasta hay gestión de recursos humanos y eso ¿qué es?, ¿qué es recursos humanos?, si ellos a los humanos los confunden con los gusanos y en definitiva, todo es gestión y es que en el fondo tienen algo de razón los políticos, ¿que más da un huevo que una gallina?, si al final los dos sirven para el papeo o ¿que más da un parto anal que una cagada?, si los dos tienen en común que salen por el culo. Pues  eso, que no os enteráis, que la política es muy sencilla, tú gestionas dineros que no son tuyos, son del pueblo y después repartes equitativamente, esto para pagar al personal y esto para mi bolsillo, esto para pagar materiales y esto para mi bolsillo y así a cada cosa y equitativamente. Esto se llama autogestión política.

               Sencillo verdad, a que es sencillo ser un político hoy en día y gracias a ellos y a sus gestiones estamos donde estamos, hasta los huevos de ellos y tiesos como velas. Pero bueno repito, gracias a ellos y a los banqueros y a los especuladores, ahora estamos pagando nosotros el pato. Al fin y al cabo las cosas no han cambiado tanto, antes había realeza, nobleza y los señores feudales y después estaba el pueblo llano que era el que tenía que apencar con todo, darles pasta para mantener sus lujos y grandes fiestas y servirles materia prima para cebarlos como cerdos.

               Y en que se diferencia esto de la situación que hay ahora, en que sólo han cambiado los nombres, pero mantienen las mismas diferencias sociales, nosotros o sea el pueblo, somos los pringados que les pagamos con devoción y a través de Hacienda y encima cuando se desmadran, como se desmadraron ahora desfalcando el Estado y creando una crisis mundial de pelotas, pues de nuevo somos nosotros los que pagamos el pato. Lo dicho, todos las estructuras que conforman un Estado están al servicio de ellos y a nosotros y por consecuencia, sólo nos queda romperlas y ya montaremos unas nuevas o a lo mejor no hace falta montar ninguna. ¿Quién sabe?.