¡Joder!, lo que uno tiene que leer para estimularse y así dejar de Fumar y he aquí una muetra. Si al final y por lo leído, yo fumo porque añoro a mi madre y porque soy un tío acomplejado y desequilibrado. Profundizo en el tema y me quedo de piedra. Soy como Heidi, siempre en busca de su mamá y por otro lado, soy un inseguro que necesita mantener su nebulosa. ¡Qué ánimos me da éste artículo! y si fumar mata, éste artículo me mata dos veces. Bueno ahora, tengo que poner los cinco sentidos en encontrar la causa emocional que me hace fumar y así mis necesidades estarán colmadas en armonía con mi ser auténtico. ¡Qué complicado se está poniendo el dejar de fumar!.El cigarrillo está vinculado a los pulmones, símbolo de vida, libertad y autonomía, comunicación entre yo y el universo. Está considerado como una forma de protección, un “velo” que me permite ocultar ciertas angustias profundas. Creo protegerme por esta pantalla de humo que me rodea y que me impide ver la verdad.
Inconscientemente, el cigarrillo colma también necesidades pendientes de la infancia, primeras tomas de pecho, calor, amor, afecto de la madre. Enciendo un cigarrillo sin pensar en ello, es una costumbre, un gesto automático, una manía que se ha hecho muy importante para mí. Necesito equilibrar en más o en menos mi nerviosidad, mi excitabilidad nerviosa. Quiero encontrar “la paz de mi madre”, la seguridad de ésta.
Si fumo, es porque huyo una situación demasiado desagradable, mi familia, mi vida. Este humo hace que mis decisiones estén aún más nebulosas.
El cigarrillo aumenta el ritmo cardíaco y actúa a título de estimulante.
¿Cuáles son las decisiones que no consigo tomar y que me hacen la vida sosa?
Identifico mis necesidades auténticas. Acepto comunicar más y de un modo más fácil. Si quiero dejar de fumar, sería bueno que hallara la causa emocional a la cual está vinculada esta costumbre, lo cual facilitará mucho el cese. Entonces veré más claramente lo que realmente quiero en la vida y mis necesidades estarán colmadas en armonía con mi ser auténtico.
Fuente: el gran diccionario de las dolencias y enfermedades. Jacques Martel..
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