NO ME DEFORMO DEL TODO AL PASAR UN OJAL

 


No, 

no me deformo del todo al pasar un ojal,

siempre me queda un algo detrás,

algo de carne,

mucho de grasa

y un pequeño trozo de alma vital.


Después...

venga a crecer de nuevo,

con ganas, con entusiasmo,

con fuerzas renovadas e inusitadas,

con esas ganas que nunca sabré de donde salen,

y es que nunca sabré... 

si estaban latentes en mis venas

o si llegaron hasta mi con las últimas lluvias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR