Ahora vivo en ésta esquina del mundo,
antes vivía en otra
quizás más esquinada que ésta,
quizás más sureña y más clara,
y antes de éstas dos,
viví en el norte,
fui norteño
y apasionado de la lluvia,
llovía y me cubría de nubes negras,
me mojaba
y pensaba en el día en que dejaría de llover
al final, me entraba frío en los huesos
y entonces mi cuerpo,
se hacía un amasijo de carne entumecida...
llovía y yo pensaba
que estaba en un claro del bosque,
desprotegido y empapado de arriba abajo,
dejado de la mano de dios y de los hombres,
tal cual alimaña arrinconada
escapando de la luz de la noche...
Al final y sin pensarlo dos veces,
he caído al este del todo,
por donde sale el sol y se acuesta la luna,
por donde a veces llega el mar hasta mi cintura
y por donde en las tardes como la de hoy,
alguien está pintando la cúpula de cielo,
de blanco, azul, dorado y amarillo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario