EN EL FONDO

Pues manda carallo, me acabo de enterar que hoy es día 3 de Febrero y que mañana es 4 y que pasado es 5 y ese día arderá el mundo y porque es mi cumpleaños. Cumplo 60 tacos y me miro al espejo y me digo: hijo, si pareces más jovencito y además me lleno con pensamientos obscenos: si el otro tiene 50 años y está mucho más viejo que yo y además, yo sigo haciendo deporte de vez en cuando y el otro, no se apea de la barra del bar. Lo que quiero decir, es que siempre encontrarás a un pringado más echo polvo que tú o mismo te buscas a un pobrecito enfermo terminal y esa comparación te pone y te enaltece, aunque se calle.

Somos como somos, pero somos seres egoístas hasta la médula y con la vejez éste aspecto siniestro se multiplica. Hombre hay que entender que te quedan dos telediarios o tres y uno ahí, no está para tocar gaitas conciliadoras y amorosas, es más, uno se envilece de tal manera que se hace peor persona. Y es que deseas que tu compañero de batalla y de emociones, se cague patas abajo o que le entre un yuyu asesino y porque así tú te creces. Y leer las esquelas todos los días, no es para saber cuando se van muriendo tus compañeros, es más un acto de autoafirmación del ego y porque decirte: yo sigo vivo y el otro, la ha pringado.

Y es que tiene cojones que empiecen a morir tus amigos o tus familiares más cercanos y porque te entra una especie de fijación mental, pues la muerte se hace fija y diaria. Y éste pensamiento tiene su tela, pues te has pasando la vida creando vida y de repente te inunda la vejez y las luces de la fiesta se empiezan a apagar. Pero no nos pongamos excesivamente tristes y porque yo aún no he llegado a ese punto y aún quiero retener la vida y aún quiero disfrutarla. 60 años y sigo en pie, 60 años y me duelen las articulaciones pero dentro de un orden y por eso aún estoy a tiempo de actuar y de que éste proceso se haga más despacio y más humano. Y es que en el fondo, ¡yo me quiero!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA CAÍDA de Batania

Fue mi historia con ella como tirarse del décimo y encontrarse en el aire con una mujer que se había lanzado del noveno: pensé que nos unía ...