"XEROME"


 

"XEROME"

Ahora leyendo por las redes,
salta una tía y no sé lo que decía,
porque tampoco me interesaba
mi atención se dirigió hacia su nombre
se llamaba "Buensuceso",
demasiado largo y feo
y comprimirlo se hace sumamente difícil
a no ser que la cosa se quede en "Bue" o "Buen".

Entonces,
mi pensamiento se dirige a quién pone ese nombres.
Y mi duda es
¿ si lo hizo como castigo hacia su hija o hijo
o si lo hizo como parte de un plan perfectamente delimitado?.

"Buensuceso",
buenos sucesos hemos tenidos todos,
pero castigar a un hijo para toda la vida con ese nombre.

"Buensuceso" es el que te daría yo
cuando nos cruzáramos en el otro lado,
pero bueno,
a la tía se le veía contenta y satisfecha
y aunque no recuerde bien su comentario,
sé que era un comentario con ánimo...

Hay otros que se llaman
"Dionisio" y siguen vivos
o "Buenaesperanza" y no mueren de la vergüenza
o "Jerónimo" el más indio de la tribu.

Tenía un amigo que así se llamaba,
pero el menda se hizo nacionalista gallego
y ahora se hace llamar "Xerome"
que no sé cual de los dos es peor,
creo que por mucho que lo pongas en diez mil idiomas
el nombre es insultantemente feo
y como insulto no estaría mal
pero como nombre tiene su aquél.

Hay una teoría que dice
que ese día sus padres
estuvieran viendo una película de indios y vaqueros
y entonces salió "Jerónimo" por la pequeña pantalla
y una luz se les iluminó dentro de sus pequeños cerebros,
nuestro hijo se va a llamar "Jerónimo".

Claro que nosotros (los amigos) usábamos el diminutivo
y le llamábamos "Jero" que suena mejor
pero lo más curioso
es que tuvieron que pasar más de 40 años
para ahora enterarme de que ahora,
se hace llamar "Xerome".

Los nombres pueden cambiar a lo largo de nuestras vidas,
pero las caras, no,
"Xerome" sigue igual que antes solo que más viejo,
sigue siempre perfectamente peinado
y sin que un solo pelo salga de su sitio,
tiene el mismo toque de fina ironía en su sonrisa
y toda su cara indica que tiene orden interior:
escrupuloso,
ordenado,
incluso maniático,
que no come con los dedos,
que es disciplinado y metódico,
que le gusta el orden en su vida,
que se siente guapo pero que no lo dice,
que a él le gusta que se lo digan
y además y estoy seguro de lo que digo,
algún día nos volveremos a encontrar.

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JULIO CORTÁZAR