GUIÑAPOS DE TRAPO

 

No sé a vosotros, pero a mi me encanta tener ese punto de locura que raya en la frontera entre lo real y lo irreal o entre lo cuerdo y lo loco. Yo, sin ese punto sería un aburrido y un ser previsible y en cambio de ésta manera me rio de mi mismo y eso me sirve para reírme de todo lo demás. Además que así soy imprevisible y nadie sabe por donde voy a salir. Bueno esto último es relativo, porque las formas de actuar siempre caen en un mismo método, por tanto al final y sólo con la diferencia de que va a costar más tiempo el conocer mis reacciones, actuaré igualmente, de forma previsible. Pero mientras tanto que me quiten lo bailado. Me seguiré riendo hasta de mi sombra. ¡Sólo faltaría!.
En general las personas somos previsibles y más a medida que las vas conociendo, porque todos nos regimos por automatismos aprendidos. Yo me cabreo por las mismas cosas, por ejemplo... estoy hipersensible e hipersusceptible cuando salgo de guardia de 24 horas y más si no he dormido lo que toca y estoy irascible y hasta alzo la voz más de lo necesario, porque señores, de vez en cuando hay que  dar un grito, que ya está bien de tanta psicología barata y de que siempre hay que alcanzar el equilibrio de la tranquilidad. El equilibrio que lo tenga su puta madre, el equilibrio sólo se tiene a base de andar de un lado al otro o sea a base de dar bandazos y así sabrás donde está el punto medio. Porque ahora es la moda de la psicología, el ser asertivo, el ser comprensivo, el no alterarte, el entender al prójimo y demás mandangas. Si parece la psicología eclesiástica, todo bondad y perdonar a los demás y mucho de poner la otra mejilla. Y tú en el medio como un capullo que recibe por todos lados.
Ayer leí  un artículo de psicología que versaba sobre el "Enfado" y así empezaba el dichoso artículo y cito literalmente: En el episodio 1 de la guerra de las galaxias, Yoda le dice a Anakin Skywalter, futuro Darth Vader: "El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro. El miedo llama a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Percibo mucho miedo en tí". Y concluye el que escribe, y así es, cuanto más y más frecuentemente nos enfadamos, más y más profundos miedos albergamos. Y dice de nuevo y ya acabo: "el maestro Jedi nos regala una gran lección de vida".

Bueno que queréis que os diga, si yo soy tan previsible como vosotros y por eso, me he cogido un buen cabreo. Lo primero, es deciros que manda carallo con el tío psicólogo y a éste tío le pagan por éste artículo y apoya sus teorías en el maestro "Jedi", vamos como si el tal Jedi fuera Freud y no sigo largando estopa porque a un farsante así, que le llamen psicólogo, es un insulto a los de su ramo. El tío está claro, que quiere ganar adeptos para que lo lean y saca a la palestra la guerra de las galaxias y hace un rebujado con sus teorías sobre el enfado y todo para decirnos, que enfadarse es malo. Y es malo por varias cosas, según él: porque enfadarse es energía oscura y por tanto mala. Dos, que se debe comprender al tío con quién te enfadas (empatía).Y tres, tienes que saber dominarte y controlarte. Bueno y alguna gilipollez más. O sea que antes de enfadarse debes (de nuevo, enumero): uno, debes pensar en no enfadarte. Dos, tienes hacer un congreso previo con el tío que te vas a cabrear. Tres, tienes que pedirle disculpas porque sentiste la mano negra de la ira. Cuatro, le acabas besando en la boca y para mostrale cariño. Y cinco, le pones el culo, para que se tranquilice más. Así va la psicología, no refuerzan a las personas, al revés, nos hacen ser un guiñapos de trapo que no se alteran ni se enfadan por nada. Entonces no sería más fácil implantar de nuevo la Lobotomíua radical y descerebrar al tío problema totalmente y asunto arreglado y esto no os lo dice el maestro Jedi, os lo dice el maestro Bruno. ¡Tiene cojones la cosa!.


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JULIO CORTÁZAR