que no le pasa a los demás,
acaso, ¿yo soy un ser extraordinario?,
y soy diferente y extraño,
o son los demás,
los que son extraños y raros.
Porque yo me veo todos los días la cara,
Porque yo me veo todos los días la cara,
y os aseguro que no me salen cuernos,
ni los incisivos superiores me crecen demasiado,
ni mi cara se elonga en forma de hocico,
ni siquiera me entra la rabia,
ni rosmo, ni ladro, ni babeo por mi boca.
Por lo tanto concluyo:
Por lo tanto concluyo:
yo soy una persona normal,
aunque no carezco de defectos,
pero éstos van dentro de mi pedigrí,
y tampoco tengo fecha de caducidad,
y que yo sepa,
aún tengo mecha para rato.
Será acaso que yo soy el ser humano,
y que los demás son falsas apariencias,
será eso, no lo sé,
pero yo no me fío de nadie,
por no fiarme,
yo ni me fío ni de mi mismo,
y menos de mi sombra,
y si me pasa eso y eso me pasa,
y en el espejo veo mi humanidad,
porque los demás,
¿no pueden ser lobos con piel de cordero?.
O hay alguien que ose decirme lo contrario,
O hay alguien que ose decirme lo contrario,
pues lo que yo sé, es que no soy espejo de nadie,
ni espío a través de las cerraduras,
ni soy un cura confesor de pecados,
y entonces, ¡que coño voy a saber yo!,
de lo que hacen los demás mortales.
Lo único que sé de la RAZA HUMANA,
Lo único que sé de la RAZA HUMANA,
es que a éste ritmo tan destructivo,
a éste mundo le queda poco,
y tan poco le queda,
que no hay esperanza de vida,
y sólo queda ponerse a la cola,
a la cola que desemboca directamente
en la caldera del señor de las tinieblas.

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