Mis 8, 10 o 12 horas diarias de escritura casi nunca faltan. Y ya sé que me paso dos pueblos y ya sé que hay muchas otras cosas que hacer, pero por eso mismo, tengo que reconocer que estoy colgado, que estoy colgado como un piojo. Es droga dura esto del escribir y supongo que por lo tanto, más dura será la caída. Porque todo sube igual que baja y no hay estados permanentes de estar arriba o de estar abajo. Supongo que algún día me quedaré en blanco. Pero mientras tanto voy a seguir metiendo la brasa.
Porque en éste momento pensaba, que yo soy inocente, nunca he matado a alguien, aunque es justo reconocer, que hay veces en que lo he pensado. Yo escribo, ¿y qué? y también digo muchas tonterías, pero con todo ello, no creo que haga daño ni a una mosca. Puedo molestar a algunos por ponerlos a parir y de vuelta y media, pero señores, ¡problema resuelto!, esos algunos nunca me van a leer. Selección natural, que se llama.
El borde, el pretencioso, el imbécil, el pijo relamido, el fascista, el codicioso, el insolidario, el explotador, el que padece de envidia cochina o de avaricia, el violador, el patético, el falso, el mentiroso... y no sigo, porque en realidad la lista se hace interminable. Me acabo de dar cuenta, que de ésta forma (con tantas excepciones), siempre serán muy pocos los que me pueden leer. Ya se sabe lo que dice el dicho que me acabo de inventar: "si somos pocos hacemos piña y si somos muchos, nos comemos la piña".
Porque en éste momento pensaba, que yo soy inocente, nunca he matado a alguien, aunque es justo reconocer, que hay veces en que lo he pensado. Yo escribo, ¿y qué? y también digo muchas tonterías, pero con todo ello, no creo que haga daño ni a una mosca. Puedo molestar a algunos por ponerlos a parir y de vuelta y media, pero señores, ¡problema resuelto!, esos algunos nunca me van a leer. Selección natural, que se llama.El borde, el pretencioso, el imbécil, el pijo relamido, el fascista, el codicioso, el insolidario, el explotador, el que padece de envidia cochina o de avaricia, el violador, el patético, el falso, el mentiroso... y no sigo, porque en realidad la lista se hace interminable. Me acabo de dar cuenta, que de ésta forma (con tantas excepciones), siempre serán muy pocos los que me pueden leer. Ya se sabe lo que dice el dicho que me acabo de inventar: "si somos pocos hacemos piña y si somos muchos, nos comemos la piña".
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