FOGONAZOS ESPORÁDICOS EN UNA TARDE OTOÑAL

 

Amigo, 

por el medio ha pasado casi toda una vida,

 y ahora y de repente me he acordado de tí,

como sin querer

y después de un largo sueño de casi 50 años,

en que hubo más sueños que pesadillas,

y más dulzura que amargura.

¿Te acuerdas?

te acuerdas de aquellos tiempos de revolución pendiente,

de callejones sin salida, 

de manifestaciones día sí y día también,

de defenderse sin querer agredir a nadie,

de quemar coches y contenedores,

de tirar piedras y de correr entre las sombras de la noche...

¿te acuerdas?

A mí de vez en cuando me vienen flases

y aún te puedo ver corriendo delante de la policía

y como de vez en cuando giras tu cuello 180 grados

y no te preocupes te digo yo...a gritos,

nadie viene detrás de ti,

ni siquiera yo te persigo,

y es que un día despareciste de mi vida

y esto es lo que me ha quedado de ti,

fogonazos esporádicos en una tarde otoñal.




















 Amigo, 

por el medio ha pasado casi toda una vida,

 y ahora y de repente me he acordado de tí,

como sin querer

y después de un largo sueño de 64 años,

en que hubo más sueños que pesadillas,

y más dulzura que amargura.

¿Te acuerdas?

te acuerdas de aquellos tiempos de revolución pendiente,

de callejones sin salida, 

de manifestaciones día sí y día también,

de defenderse sin querer agredir,

de quemar coches y contenedores,

de tirar piedras y de correr entre las sombras de la noche...

¿te acuerdas?

A mí de vez en cuando me vienen flases

y aún te puedo ver corriendo delante de la policía

y como de vez en cuando giras tu cuello 180 grados

y no te preocupes te digo yo...a gritos,

nadie viene detrás de ti,

ni siquiera yo te persigo,

y es que un día despareciste de mi vida

y esto es lo que me ha quedado de ti,

fogonazos esporádicos en una tarde otoñal.


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JULIO CORTÁZAR