lo haría,
y si quedara una sola gota dentro de mi,
la sacaría,
y si hoy no fuera un tío gris,
mejor sería,
pues hoy me falta la sustancia,
la esencia y el motor,
hoy no me falta la música,
hoy me falta la letra,
y sin letra no hay canción,
ni mensaje,
ni siquiera hay una historia de amor,
solo hay..., solo hay,
música sin canción.
Sin letras no hay palabras,
y sin palabras no hay frases,
y sin frases solo hay espacios muertos,
y vacíos y desiertos,
y silencios y el silencio de una canción,
y mientras no acuda en mi ayuda,
la musa de la inspiración,
yo seguiré enquistado en mi preocupación.
Sin letras no hay nada,
no hay nombres ni apellidos,
no hay sustantivos,
no hay adverbios, ni verbos,
ni artículos, ni puntos suspensivos,
ni vocales, ni consonantes,
y no hay palabras altisonantes,
y por no haber,
ni siquiera hay acentos,
esos que acentúen más mi desilusión.
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