TODO ES RELATIVO Y NADA ES ABSOLUTO

 Hoy me voy a quejar un poquito, ¡¡Ay!! mi espalda, que dolor de paletilla, que dolor de lumbago, que dolor de cuello... y aunque no pertenezca a la espalda... ¡qué dolor de huevos!. Aunque sé que el dolor de huevos es por otras causas y sobre todo es, porque estoy hasta los cojones de todo o por lo menos de algunas cosas. Dolor, dicen que el dolor es necesario y como signo de aviso de que estás jodido por algo, pero cuando eso ya lo sabes, sobra el dolor, pues simplemente, ha dejado de tener su función de aviso.

Por tanto vale para ser un tipo de aviso, pero no vale para que se instaure en tu cuerpo y como si  fuera su casa. Y hoy es verdad que tengo al dolor instalado en mi chepa y a cada movimiento me acuerdo de que estoy vivo y bien jodido. Véis, para eso también sirve el dolor, para avisarte que tienes vida en tu seno y que tienes que darle las gracias al Señor y como si fuera una puta penitencia. Intento razonar lo del dolor y por ver si de esta forma se atenúa aunque sea un poquito. Son cuchilladas por la espalda, son agujas afiladas, son dolores de parto.

Dolores de parto, digo yo, si no sé lo que son, pero me los supongo. Claro que no es lo mismo suponer que padecer, pero bueno yo lo intento, porque puestos así, uno no podría hablar nunca de dolores inhumanos hasta que los padeciera. Y creo que no hace falta torturarse para saber que es el dolor y la humillación que produce una tortura. Es como los que te dicen, que no puedes hablar del hambre y porque nunca pasaste hambre de verdad y yo les digo, pues mejor, pero también les digo, que tonto no soy y que no es tan difícil de suponer lo que puede ser el puto hambre. Todo es relativo y nada es absoluto.


 



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JULIO CORTÁZAR