DEJARSE LLEVAR

Entre que unas veces me pierdo
y que en otras, no me encuentro,
pasan los días sin saber lo que quiero,
y entonces deduzco,
que sigo en el limbo
instalado en el limbo de los indefinidos.
Y cuando toco fondo,
lo veo muy claro
y todo es fácil y sencillo,
no hay futuro, me digo.
Y cuando desciendo hasta el averno,
todo se hace espeso y complicado,
y pienso que nada merece la pena
y menos tener que soportar el peso de mi existencia.
Y cuando floto en la superficie,
me dedico a contar las estrellas del firmamento,
y entonces sé que ya estoy bien,
que floto porque ya dejé el lastre
y el peso que tenía que dejar,
y que si miro al cielo,
es porque quiero salir de mi agujero.
Y no es fácil,
nada es fácil si lo has complicado,
aunque así y todo,
siempre es más fácil de lo que parece,
pues el cuerpo primero se hunde,
pero después tiende a flotar,
y entonces todo es cuestión...
de dejarse llevar
y hasta que se alineen los astros.




















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JULIO CORTÁZAR