PRESENTIMIENTOS

Claro que cuando algo no lo ves claro, es mejor no hacerlo. Y hay muchas cosas no claras u opacas en ésta vida y quizá, no se puede renunciar a todas. Porque a veces hay que arriesgarse, pero eso sí, hay que seleccionar bien el objetivo y sobre todo ser consciente de que te estás arriesgando. Si todo fuera diáfono y claro, no  sería necesario comerse el coco, solo habría que hacerlo y al carajo. Pues en la vida no hay alfombras rojas a tu paso, hay más dificultades y obstáculos, que facilidades.

Pero sí que hay cosas con un halo oscuro y eso te mosquea. Y a lo mejor no tienes evidencia para tener esa desconfianza, pero hay algo y algo que es intangible y que te hace decir, aquí hay algo raro. Y si tratas de explicarlo, nunca encuentras las palabras adecuadas y acabas argumentando que hay algo que te crea esa desconfianza, pero que no sabes como definirlo. Yo creo que es intuición, pues ese algo o intuición te está diciendo claramente y por manifiestas sensaciones, que ahí hay bacalao escondido.

Como hay cosas, también hay personas que tienen ese halo oscuro y negro. Y ambas cuestiones se basan en los mismos argumentos, en el poder de tu intuición. Las personas son aún más difíciles de valorar, pues son mucho más complejas de descifrar. Y una intuición no tiene que ser a la fuerza un mal pensamiento hacia alguien, también hay intuiciones buenas y que van en contra de todas las predicciones.

Porque a lo mejor eres el único ser vivo que tiene ese pensamiento positivo y en contra de la opinión de los demás, pero si realmente es una intuición, entonces no fallas. Bueno todo esto, es más o menos y por tanto no hay que pisarme las letras, ni buscar algo detrás de las palabras, pues no se trata de eso, se trata solo de expresar un pensamiento. Y eso es precisamente lo que estoy haciendo, expresando mis pensamientos.

Y todo esto venía a cuento de que estaba teniendo una sensación mala. Y es una sensación que me duele y que me duele mucho, y ya quisiera yo que mi intuición fallara, pero me temo que no, que tengo un mal augurio o un mal presentimiento y que al final y por lo dicho, va a ser cierto. Ojalá no lo fuera, ojalá me equivoque, ojalá meta la pata y ojalá quede en ridículo.

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