(DÍA 19) DIARIO DE UN NAÚFRAGO . Tiempos de PANDEMIA (2.020)

 


Día 19 desde que se hundió el barco,
yo por supuesto sigo encerrado en mi santa casa
y a cal y canto
y que nadie venga a tocarme los cojones,
por favor que nadie venga...
Estamos confinados y punto
además,
para eso los plastas
tienen sus propios congresos,
se juntan y hablan de coches,
o de móviles de última generación
o simplemente se intercambian sellos y penas,
¿hay algo más penoso que asistir
a un congreso de sellos y estampitas?,
pero como decía el otro,
si ellos se quedan y están contentos,
tampoco yo les voy aguar la fiesta...
Pero bueno, todo esto
es un poco friki,
los coches,
los móviles,
los sellos,
las estampitas
¿y donde se queda la filosofía?
pues la filosofía se queda en casa,
conmigo y con algunos otros iluminados como yo,
que de vez en cuando ladramos desde nuestras casas
y nos da por lanzar un bombardeo de preguntas
y así intentamos arrinconar a los que van de listillos.
Antes (no hace tanto) nos comunicábamos por teléfono fijo
y por cabinas telefónicas y punto y pelota,
y ahora tenemos automóvil que casi funciona solo,
televisión de 8K y de 1.000 pulgadas
móviles que te lo hacen todo y más
y en cambio y perdonadme que sea tan claro,
estamos confinados en casa
y muchos no saben que hacer con tanto tiempo libre
y eso demuestra que la tecnología
no nos hace ser más libres
y ahí es donde entra la importancia
de tener una filosofía vital y de andar por casa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA CAÍDA de Batania

Fue mi historia con ella como tirarse del décimo y encontrarse en el aire con una mujer que se había lanzado del noveno: pensé que nos unía ...